La relación entre la disciplina y la capacitación

La relación entre la disciplina y la capacitación al personal es un tema de gran importancia en el ámbito laboral en Construplan.

Ambos conceptos son fundamentales para el desarrollo y el éxito de cualquier organización. La disciplina se refiere a la capacidad de seguir normas, reglas y procedimientos establecidos, mientras que la capacitación se centra en adquirir y mejorar las habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar eficientemente un trabajo.

En Construplan trabajamos bajo un esquema de disciplina operativa en cada uno de nuestros proyectos es crucial para mantener un ambiente ordenado y productivo. Cuando nuestro equipo sigue los reglamentos, procedimientos e instructivos operativos (PATOOS – Procesos Administrativos Técnicos Operativos Orientados a la Seguridad) establecidos, se crea una cultura de responsabilidad, respeto mutuo y sobretodo seguridad. La disciplina fomenta la puntualidad, el cumplimiento de plazos, la ética laboral y la buena conducta. Esto, a su vez, contribuye a la eficiencia y la efectividad de las operaciones de la empresa.


Sin embargo, la disciplina por sí sola no es suficiente. Es fundamental que el personal esté capacitado adecuadamente para llevar a cabo sus tareas y responsabilidades de manera eficiente. La capacitación proporciona a nuestros colaboradores las habilidades técnicas y las competencias necesarias para desempeñar su trabajo de manera efectiva. A través de nuestros programas de capacitación internos gestionados por el departamento de capacitación operativo y sus lideres, la capacitación brinda al equipo las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos laborales y adaptarse a los cambios en el entorno de trabajo.

La relación entre la disciplina y la capacitación es bidireccional y se refuerzan mutuamente también a través de compromiso de los lideres con la calidad del servicio que buscamos brindar a nuestros clientes. Por un lado, la disciplina es necesaria para que la capacitación sea efectiva; si no existe la disciplina necesaria para asistir a los programas de capacitación, participar activamente y aplicar lo aprendido, el proceso de capacitación no cumplirá su propósito. La disciplina proporciona la estructura y el compromiso necesarios para aprovechar al máximo las oportunidades de aprendizaje.Por otro lado, enfocamos también la capacitación para que contribuya a fortalecer la disciplina. Cuando nuestros colaboradores adquieren nuevas habilidades y conocimientos, se sienten más seguros en su trabajo y tienden a cumplir con los lineamientos y los procedimientos establecidos- tenemos como objetivo que la capacitación les brinde las herramientas necesarias para desempeñarse de la forma adecuada, lo que a su vez fomenta un sentido de responsabilidad y disciplina en su trabajo diario.

En conclusión, la disciplina operativa como modelo para las capacitaciones es fundamental en nuestro entorno laboral. La disciplina proporciona la estructura y el orden necesarios para el buen funcionamiento de una organización, mientras que la capacitación proporciona a los empleados las habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar su trabajo de manera efectiva. Ambos conceptos se refuerzan mutuamente y son esenciales para el desarrollo y el éxito de una empresa. Al promover una cultura de disciplina y al invertir en la capacitación del personal, las organizaciones pueden aumentar su productividad, mejorar la calidad de su trabajo y mantenerse competitivas en un entorno empresarial en constante cambio.

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